La actividad física es fundamental para mantener la salud a lo largo de toda la vida y su vínculo va más allá de la lucha contra el sobrepeso y la obesidad. La evidencia científica demuestra que las personas que permanecen activas tienen más probabilidades de seguir trabajando, participando socialmente y disfrutando de la vida. Mantenerse activo a lo largo de la vida contribuye a reducir riesgos para la salud.
Como beneficios obtenemos:
- Previene y evita la aparición del dolor.
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebro vasculares, diabetes, cáncer, artritis, parkinson, lesiones medulares, enfermedades respiratorias crónicas, traumatismos y amputaciones…
- Contribuye al bienestar mental, ayudando a aliviar el estrés y la ansiedad. Mejora el sueño. Ayuda a mantener un peso adecuado. Incrementa la masa muscular y la resistencia hasta un 20-30%.
Como expertos en el movimiento y el ejercicio terapéutico, desde gabinete de fisioterapia Alzur conocemos cómo mantener el cuerpo en movimiento, incluso cuando las personas están enfermas y/o tienen algún tipo de limitación funcional. Los fisioterapeutas conocemos además el ejercicio más adecuado para cada patología. Al mantener a las personas físicamente activas, contribuimos de manera efectiva a prevenir el dolor, enfermedades cardiacas y accidentes cerebro vasculares, diabetes, cáncer, artritis, parkinson, lesiones medulares, enfermedades respiratorias crónicas, traumatismos, amputaciones…, sirviéndonos para ello de programas de ejercicio terapéutico seguros y recomendaciones apropiadas.
La inactividad física, el denominado sedentarismo, constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial). El sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad mundial. La inactividad física está cada vez más extendida, lo que repercute considerablemente en la salud general de la población mundial, en la prevalencia de enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer) y en sus factores de riesgo (hipertensión, exceso de glucosa en la sangre y/o sobrepeso). Se estima que la inactividad física es la causa principal de aproximadamente 21–25% de los cánceres de mama y de colon, 27% de la diabetes y, aproximadamente, un 30% de las cardiopatías isquémicas.
La salud mundial acusa los efectos de tres tendencias: envejecimiento de la población, urbanización rápida y no planificada, y globalización, cada una de las cuales se traduce en entornos y comportamientos insalubres. Está demostrado que la actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión. Además, la actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso.