Cuando nuestro sistema fisiológico percibe que un agente externo lo está agrediendo, responde en forma de estrés. El estrés es erróneamente aceptado como algo mental, pero es estrictamente fisiológico, pudiendo ser provocado, bien por un agente externo, o interno, como es el caso del síndrome del túnel carpiano.
El síndrome del túnel carpiano normalmente no aparece debido a una sola acción o movimiento concreto, sino al cúmulo de tensiones que no han sido solventadas. Como la musculatura no está equilibrada, la recuperación del músculo se dificulta y la próxima vez que se ejecute una acción en la que el esfuerzo sea parecido al de otras ocasiones, pueden ocasionarse lesiones graves como el síndrome del túnel carpiano.
El síndrome del túnel carpiano hace que los músculos y el cuerpo se agote, y cuando esto ocurre, el estrés a aparecer ante estímulos cada vez más leves y su estructura se irá comprimiendo debido al cúmulo de contracturas ocasionadas. Además, a la hora de ejecutar un movimiento, el estrés hace que no solo intervengan los músculos necesarios, sino también los antagónicos, oponiéndose al movimiento natural a la vez de ser dañados, desembocando en un movimiento forzado en vez de ágil y un esfuerzo en vano.
Si el estrés es muy intenso, las estimulaciones externas, aunque sean leves, afectarán más de lo habitual y hará que se reaccione exageradamente. Cuando esto se repite varias veces, se llega a estar en un estado de agotamiento constante, incluso justo al comenzar el día. Además, hay que tener en cuenta que cada persona reaccionará de una manera diferente y muy particular, ya que el estrés no deja de ser una forma de defensa personal ante cualquier estímulo exterior negativo. Aunque está considerado como patológico desde el principio, lo normal es que con el tiempo acabe siéndolo, por lo que habrá que hacer uso de diferentes técnicas de relajación y de adaptación que ayuden a mejorar el día a día, ya sea para controlar la mente y el grado de sensibilidad con respecto a nuestro alrededor, como para controlar los músculos y los movimientos.
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